1. Hacer ejercicio: el ejercicio ejercita el cuerpo y también nuestro cerebro.
2. Eliminar el estrés. Cualquier cosa que nos genere un gran estrés, como la ira o la ansiedad, empezará con el tiempo a engullir las partes de nuestro cerebro responsables de la memoria (técnicas de relajación).
3. Dormir unas 7-8 horas seguidas cada noche aumentará nuestra memoria. Durante el sueño, el cerebro asienta la información adquirida.
4. Anotarlo: si hay algo que queremos recordar, escribirlo puede ayudar.
5. Alimentar el cerebro: entre un 50 y un 60 por ciento del peso total del cerebro es pura grasa, que se utiliza para aislar sus miles de millones de células nerviosas. Cuanto mejor aislada está una célula, más rápido podrá enviar mensajes y más rápido pensaremos. Por eso precisamente se recomienda a los padres que alimenten a sus hijos con leche entera cuando son pequeños y que se eviten las dietas, ya que sus cerebros necesitan grasa para crecer y funcionar adecuadamente. Tomar alimentos que contengan una mezcla saludable de grasas es vital para la memoria a largo plazo.
6. Repetir en voz alta: se ha demostrado que leer un material en voz alta mejora significativamente la capacidad de recordar.
2. Eliminar el estrés. Cualquier cosa que nos genere un gran estrés, como la ira o la ansiedad, empezará con el tiempo a engullir las partes de nuestro cerebro responsables de la memoria (técnicas de relajación).
3. Dormir unas 7-8 horas seguidas cada noche aumentará nuestra memoria. Durante el sueño, el cerebro asienta la información adquirida.
4. Anotarlo: si hay algo que queremos recordar, escribirlo puede ayudar.
5. Alimentar el cerebro: entre un 50 y un 60 por ciento del peso total del cerebro es pura grasa, que se utiliza para aislar sus miles de millones de células nerviosas. Cuanto mejor aislada está una célula, más rápido podrá enviar mensajes y más rápido pensaremos. Por eso precisamente se recomienda a los padres que alimenten a sus hijos con leche entera cuando son pequeños y que se eviten las dietas, ya que sus cerebros necesitan grasa para crecer y funcionar adecuadamente. Tomar alimentos que contengan una mezcla saludable de grasas es vital para la memoria a largo plazo.
6. Repetir en voz alta: se ha demostrado que leer un material en voz alta mejora significativamente la capacidad de recordar.
7. Hacer crucigramas, leer o jugar a las cartas: practicar alguna de estas actividades a diario mantiene activo nuestro cerebro y ayuda a retrasar la pérdida de memoria, especialmente en las personas que desarrollan demencia.
8. Desayunar bien y asegurarse de incluir un huevo: los huevos contienen vitaminas B que ayudan a las células nerviosas a quemar glucosa, antioxidantes que protegen contra el daño de las neuronas y ácidos grasos omega-3 que mantienen las células nerviosas funcionando a una velocidad óptima.
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